Hermanamiento con el Valle de Baztán

 

El origen navarro del fundador de Nuevo Baztán ha impulsado a la Asociación del Patrimonio Histórico de Nuevo Baztán a proponer al Ayuntamiento del municipio el estrechamiento de lazos de amistad y colaboración con el Valle de Baztán en forma de un hermanamiento entre ambas comunidades. La propuesta fue rápidamente aceptada y transmitida al Alcalde del Noble Valle y Universidad de Baztán, quien igualmente dio su aceptación, mostrando su interés en visitar a corto plazo Nuevo Baztán y hacer efectivo dicho hermanamiento. Se está a la espera de fijar la fecha por parte de ambos municipios.

VALLE DE BAZTAN.


Situado en el norte de Navarra, el Valle de Baztán es, con sus 273,85 kilómetros cuadrados, el municipio más extenso de la Comunidad Foral. Desde antiguo, los núcleos poblacionales de Baztán se organizan en régimen de Universidad, de manera que todo el valle forma un solo término municipal y los terrenos de propiedad comunal -más de 80% del total- son disfrutados por todos sus vecinos. Una Junta General es la encargada de su administración. La hidalguía de origen de los baztaneses, que el siglo XV obtuvo expreso reconocimiento real, queda patente en los escudos del valle que adornan las fachadas de magnificas casonas de piedra. Acusada personalidad la de este valle bucólico, alfombrado de pastos, salpicado de caseríos con sus terrenos de cultivo -maíz, sobre todo- en el que los bosques de hayas, robles y castaños son hoy el pálido reflejo de los que fueron antaño, debido entre otras razones a la voracidad de las ferrerías o fundiciones de hierro que se establecieron en la zona en siglos pasados.

La relativa proximidad del mar Cantábrico suaviza en Baztán inviernos y veranos. El Valle está integrado por los lugares tradicionales de Almándoz, Ániz, Arizcun, Arráyoz, Azpilcueta, Berroeta, Ciga, Elizondo, Elvetea, Errazu, Garzáin, Irurita, Lecároz y Oronoz, a los que en 1969 se agregó la villa de Maya (Amayur). Todo el territorio baztanés constituye una invitación para el disfrute reposado de la naturaleza, el paseo entre casas de bella factura y el acercamiento a gentes entre las que conserva el milenario vascuence y que guardan con celo tradiciones que van desde la música o la danza a la artesanía o la buena mesa, directamente influenciada por la vocación ganadera del Valle.

Accediendo a Baztán por el puerto de Velate, conviene, pasando Almándoz, dejar la carretera N.121 y girar a la derecha hacia Ciga, en cuya parte alta se encuentra una impresionante iglesia de estilo herreriano construida entre 1593 y 1603. La torre data de 1824. A unos 700 m de Ciga, el Mirador del Baztán ofrece una magnífica panorámica del Valle.

En Irurita destacan los palacios de Dorrea y de los Gastón Iriarte y la Iglesia de San Salvador.

En Arráyoz han de visitarse la iglesia del siglo XVII y los viejos palacios de Jaureguízar y Zubiría y en Mugaire de Oronoz la Iglesia Parroquial del siglo XVII y el Palacio de Arrechea. Las vistas son excelentes desde la carretera que parte de entre Oronoz y Arráyoz hacia el puerto de Otsondo, otro mirador privilegiado sobre el Valle.

Dejando atrás Lecároz, donde se encuentra un famoso colegio antiguamente regentado por los padres Capuchinos, llegamos a Elizondo, centro comercial y capital del Valle, dignificado por edificios como la Iglesia de Santiago, el Palacio de las Gobernadoras, también conocido por Arizcunenea, y el Ayuntamiento, edificio del siglo XVIII.

Muy cerca, en Elvetea, es digno de verse el palacio de cabo de armería de Jarola, como también lo son los de Ursúa y la torre de Vergara en Arizcun, donde sorprende la imponente fachada barroca del convento de Ntra. Señora de los Angeles. Algunas casas de Arizcun poseen aleros de madera tallada, particularmente bellos.

En Errazu se encuentra la Iglesia de San Pedro Apóstol, edificada probablemente en el siglo XVII, y el Palacio torreado del XVIII, construido por los Gastón de Iriarte. En el Castillo de Amayur-Maya, del que apenas quedan algunos restos, fue derrotado en 1522 el último foco de resistencia de los caballeros navarros que, fieles a Enrique II de Albret, se oponían a la incorporación de Navarra a la corona de Castilla.

La belleza de los parajes naturales hace de Baztán una comarca ideal para el excursionismo. Una ruta recomendable consiste en tomar desde Irurita la carretera NA-174 que conduce hasta el macizo de Quinto Real, con espléndidos dólmenes (Argibel), menhires y túmulos prehistóricos.

Cimas como Sayoa (1.418 m), Gárzaga (1.296 m), Okolin (1.362 m), Abartán (1.095 m), Iparta (1.047 m) o Alkurrunz-Betarte (934 m) posibilitan a los montañeros nuevas y privilegiadas perspectivas sobre la región. Valle de Baztan

Existen en la zona numerosos frontones en los que puede practicarse o contemplar, según la destreza y la preparación de cada cual, modalidades de pelota vasca, algunas de ellas típicas de Baztán, como el rebote o el guante.

El Río Baztán, nombre que se da al Bidasoa desde su nacimiento hasta Mugaire de Oronoz y las regatas que en él vierten, son idóneos para la pesca de la trucha

La personalidad del Valle de Baztán se manifiesta también en particulares tradiciones. El carnaval tiene en Arizcun una peculiaridad centrada en un cortejo nupcial que acompaña a un oso encadenado a su cuidador. En la fiesta patronal de Elizondo, el 25 de julio, se bailan en la plaza las populares mutildanzas al son del chistu y del tamboril. Otras fiestas tradicionales se celebran en Ciga, del 10 al 14 de agosto; en Lecároz, del 24 al 27 de agosto; en Arizcun, del 24 al 28 de junio; y en Errazu, del 28 al 30 de junio.

Con motivo de las fiestas de la Ascensión de La Virgen , del 14 al 18 de agosto, tiene lugar en la cueva principal de Zugarramurdi el espeso menú del zikiro (zikiro-jatea), una fiesta gastronómica con el carnero asado como protagonista.

En torno al mes de septiembre, sin fecha fija, el Baztandarren Biltzarra, o fiesta de hermandad, congrega en Elizondo a las gentes de todo el Valle y del resto de la Navarra norteña en el desfile de carros y de grupos de danzaris, con una multitudinaria participación en la comida de hermandad que sigue al desfile.

Entre los baztaneses se cuentan artesanos expertos en talla de piedra y de madera, en trabajos de forja y de cerámica y en la elaboración de aperos de labranza, molinos y utensilios para la leche Entre éstos últimos son singularmente renombrados los kaikus de Errazu, recipientes especialmente indicados para la obtención de cuajadas

La gastronomía baztanesa está ligada directamente a los productos de la tierra, manifestada en platos de carne de vacuno –el archifamoso chuletón del Baztán-, ovino y porcino, hongos, hortalizas (puerros, judías rojas y lechugas) y pescados de río, con especial referencia a la trucha. Tiene fama el "txuri-eta-beltz" (sangrecilla con relleno; este último, poco conocido fuera de Navarra, consiste en una especie de morcilla de huevo y otros ingredientes, embutida en tripa de cordero). No podían faltar en tierra ganadera los postres de leche, como la "gaztanbera" (que es el nombre vascuence que recibe en este valle la cuajada) hervida en los kaikus, y la "cendeberena" (requesón) de leche de oveja.

MUSEO ETNOGRÁFICO JORGE OTEIZA: El Museo Etnográfico de Baztán tiene su sede en la casa Puriosenea, también llamada popularmente "casa de los moros", una imponente construcción que se levanta en Elizondo. Se trata de uno de los edificios más antiguos del casco urbano del municipio, fechado por el Catálogo Monumental de Navarra entre finales del siglo XV y principios del XVI. Aunque adopta una estructura muy similar a la del caserio, la fachada es de sillares de arenisca roja, con cuatro ventanas geminadas de arcos conopiales y un arco de entrada de medio punto, con el intradós decorado con bolas y el anagrama de Cristo, JHS, grabado en el centro de un círculo.

La familia Iturria-Repáraz, actual propietaria del inmueble, cedió generosamente el uso de esta casa al pueblo de Elizondo en el año 2001, respondiendo a una iniciativa de la entonces Jurado de la localidad, con el fin de que se destinase a albergar un museo que recogiese la historia y costumbres de Baztán. A partir de ese momoneto, un grupo de vecinos se dedicó con entusiasmo a la tarea de recopilar los objetos etnográficos conservados en el valle, encontrándose las más de las veces olvidados en establos y desvanes. Así, se consiguió involucrar a muchos voluntarios en los trabajos, realizados de manera desinteresada, de recoger, trasladar, limpiar y restaurar más de 500 piezas, testimonios materiales de formas de vivir y de trabajar ya desaparecidas o radicalmente transformadas.

El escultor vasco Jorge Oteiza, movido por el afecto que siempre sintió hacia el pueblo de Elizondo, fue una de las personas que colaboró desde el primer momento en el proyecto, donando en el año 2002 la escultura "Maternidad", basada en una maqueta de 1950, y que se ha colocado en el jardín frente al museo. De esta manera, son tres las obras monumentales de este genial creador las que se pueden contemplar en Baztán donde, además de la mencionada, se erigen la "Oración a Santiago" en la parroquia de Elizondo y la dedicada al Padre Llavaneras en el colegio de Lakarotz.. El nombre de "Jorge Otaiza" es el que ha adoptado el museo, en homenaje a este apoyo incondicional del artista.

El proyecto dio un paso significativo con la firma el 19 de noviembre de 2002, de un convenio de colaboración entre el pueblo de Elizondo, el Ayuntamiento de Baztán y el Gobierno de Navarra, a través de sus Departamentos de Educación y Cultura, y de Industria, Tecnología, Comercio, Turismo y Trabajo. El museo se considera por parte de estas instituciones como un instrumento para conseguir la doble finalidad de contribuir a la recogida y conservación de la memoria histórica y social de los baztaneses, así como fortalecer el tejido turístico y la creación de empleo en el sector servicios.

El interior de la casa Puriosenea se ha remodelado completamente para alojar la colección etnográfica y los distintos servicios que ofrece el museo, pero ha mantenido visible su estructura primordial en un acertado tratamiento del espacio arquitectónico diseñado por el estudio de Eduardo Zubicoa y Sebastián López.